El ArTe de La FuGa

viernes, 30 de mayo de 2008


“El arte de la fuga” es un libro que me ha acompañado aproximadamente por los dos últimos meses de mi vida, con tan solo317 páginas sé que pude haberlo leído en 2 semanas, sin embargo, los exámenes finales, las largas desveladas por proyectos, mis altibajos emocionales, las tareas y la falta de ánimo me llevaron a alargar su lectura.
Llegué a este libro a través de una singular recomendación: una cita leída en otro libro (“Un año con Schopenhauer” si no me equivoco); lo compré hace ya cerca de 2 años y había permanecido guardado durante todo este tiempo, alguna vez lo había sacado con toda la intención de leerlo pero desde el principio me di cuenta que era un libro cuya lectura requería de cierto grado de atención, no era algo para leer entre clases. Finalmente su turno de ser leído -y bien atendido- llegó junto con algunos detalles importantes de mi vida, los cuales fueron acompañados por las historias y relatos escritos a lo largo de sus páginas. A través de memorias, escritura y lecturas (Partes en las que está dividido el libro) llegué al final, sintiendo ese gusto suave que solo algunas lecturas logran dejarnos.
Sergio Pitol(El veracruzano autor de este libro) describe una de sus lecturas de la siguiente manera: “El libro me estaba predestinado, e hice su lectura en el momento más afortunado, cuando comenzaba a sentir las pulsiones que preludian el surgimiento de un nuevo YO. Vería cuando me enfrentara a los signos de una nueva realidad si aquello era cierto o mero wishful thinking.(…)”; leí este fragmento en mi camino de regreso de la Cuidad de México, después de una semana de fuga y reflexión, al leer estas líneas no pude sino sentir que me estaba pasando lo mismo.
A lo largo de mi lectura hubo frases que creí me estaban siendo ofrecidas en los momentos adecuados de mi vida, una de ellas –por supuesto- fue la cita que me trajo a este libro.
“Uno, me aventuro, es los libros que ha leído, la pintura que ha visto, la música escuchada y olvidada, las calles recorridas. Uno es su niñez, su familia, unos cuantos amigos, algunos amores, bastantes fastidios. Uno es la suma mermada por infinitas restas. Uno está conformado por tiempos, aficiones y credos diferentes.”
Aprendí mucho con la lectura de este libro, mi cabeza se llenó de curiosidad y me convencí de la idea de que “Hay que partir hacia ninguna parte… con tal de que ninguna parte nos lleve a todos lados”, claro, siempre y cuando tengamos una idea de en cual de todos esos lados queremos quedarnos.
Un libro que me volvió más consciente de todo lo que me falta por ver/conocer/leer/sentir/vivir/amar en el mundo… un libro que se termina hoy, dejándome muchas recomendaciones de lectura (Ya compre una: “La montaña mágica” de Thomas Mann).
Escribo esto tras haber disfrutado de mi propia fuga durante algunos días, ahora están en mi el miedo y la incertidumbre que conlleva todo regreso a aquello de lo que se andaba huyendo y que hoy creemos ya superado.
“El arte de la Fuga”… una forma muy personal de leer/conocer a Sergio Pitol, un libro que sé va a hacer muy feliz a su próxima lectora.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Permíteme contestarte con otra recomendación, ésta musical: se trata de la canción titulada "Mar adentro en la sangre" incluida en el álbum del mismo nombre que forma parte de la genial obra de la banda mexicana de rock "Santa Sabina". Esta canción habla precisamente de ese viaje hacia ninguna parte, "mar adentro" hacia nuestro interior para tratar de encontrarnos y reconocernos.

Anónimo dijo...

Gracias a este post, consegui el libro (INCREIBLEMENTE EN ESPANIOL) y lo lei en mi camino de regreso a Mexico...me encanto.

Perdon por los acentos...

Un abrazo.

CoUnTinG


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