PausA

Escribí esto en un momento libre el día de ayer, de repente me di cuenta de que era como una pausa en medio de mi acelerado ritmo de vida y decidí compartirlo con ustedes:
Me gustan los inicios porque todo emociona, todo sorprende, todo es nuevo y uno no para de sonreír; se vive en el embelesamiento continuo, la magia y el color llenan hasta los rincones más ocultos y pintan los defectos hasta ocultarlos tras virtudes; los inicios saben a dulces y chocolate, se sienten suaves, cálidos, delicados y explosivos al mismo tiempo.
Las partes intermedias van perdiendo un poco lo sublime y lo etílico de los primeros sentimientos, a cambio tienen el encanto de lo real, de lo maduro y de lo que, en ocasiones, promete ser duradero. La parte media es tibia, con sabor a palomitas de cine de fin de semana, clara y obscura...tornasol.
De los finales a veces no me gusta ni hablar, huelen mal, saben amargo, la magia se va perdiendo y se descubre todo aquello que estaba cubierto por el paño rosa del inicio. Los finales son silencios incómodos, pretextos, tedio y música a todo volumen para no hablar... a veces son descansos, alivios, suspiros otras son lágrimas, ruegos, dolores de cabeza o quizás... solo pausas, puntos suspensivos.