de mis amores de biblioteca...

[La siguiente entrada esta basada en un momento de mi vida real el día de hoy]
Estaba en la biblioteca, me peleaba con unas ecuaciones y -cada que algún número me daba problemas- recordaba a mi maestra de literarura de la preparatoria; ella solía decirme "NO te desperdicies en una ingeniería, escribes muy bien, explótalo"... me pregunto si, si me viese hoy, pensaría que me estoy desperdiciando...
Sumida en mis pensamientos, abandoné lo que hacía, dejé las ecuaciones a un lado y me puse a mirar a mi alrededor, todos parecían muy concentrados, estresados, preocupados, nerviosos... yo, ante sus ojos, ¿me vere igual?. Que triste.
De repente, ahí estaba él, tan relajado y concentrado al mismo tiempo, tenía en sus manos un libro, no un libro como lo tenían los demás: grueso, pesado, enorme; no un libro de física, cálculo, estadística, química... era un libro pequeño, apenas se divisaba el título, era una novela. De tanto en tanto, se acercaba a su computadora y hacía alguna anotación, cada movimiento suyo era preciso, casi armónico.
Comenzó a sonar una canción de guitarra en mis audífonos, casualidad perfecta para sonorizar mi deleite visual.
Vestía camisa a rayas, todo de azúl: jeans y unos tenis blancos impecables. Antes de escribir, tocaba siempre el espacio entre sus cejas, ahí donde nacía su nariz afilada, casi perfecta; ese gesto lo hacía ver particularmente bien. Al igual que yo, llevaba audífonos, imaginé la música que estaría escuchando, algo suave para acompañar su lectura.
Tras escribir en su computadora, tomaba su barbilla y observaba la pantalla, ofreciéndome otro de sus ángulos favorables. Busqué ser discreta al verlo pero... me tenía fascinada, comencé entonces a escribirle esto...
¿Se imaginará siquiera que he abandonado todos mis deberes por observarlo?.. Seguramente no.
¿me atreveré a dejar este escrito en su mesa en un momento de descuido?, regalándole a mi vida otro momento de película...
¿Nos encontraremos después?, él, ¿Me estará viendo de reojo también?, ¿Nos besaremos algún día?, ¿me enamoraré de él?, ¿me contará de sus lecturas y de esa música que escucha?...
No lo se...
Lo que si se es que mañana tengo un examen final y debo regresar a desperdiciarme en ecuaciones.