Del día del niño

Hoy es día del niño, cosa que ha pasado un poco por alto debido a todo esto de la epidemia. Personalmente debo decir que me pone un poco triste el saber que los niños no tendrán un gran festejo como esos que yo recuerdo: llenos de comida chatarra, globos con agua, pasteles de tierra, raspadas en las rodillas, musica infantil, juegos y verle los chones a las niñas. jejeje
Cuando niña, yo era traviesa ¿hay quien no lo haya sido?, risueña y coqueta. Creo que conservo todas esas características y me da gusto, sigo siendo una niña. A veces me da un poco de miedo dejar de serlo y madurar demasiado, dejar de jugar y volverme uno de esos adultos fríos envueltos en trajes grises.

Es por eso que hoy les voy a contar algunas de mis travesuras, esperando me compartan alguna suya y se diviertan con mis historias.
En una ocasión jugaba con mi hermano en nuestra recámara, vivíamos con mis abuelos y teníamos un cuarto grande para los dos, era tan grande que había un closet extra donde mi madre guardaba su ropa del trabajo (ese es un dato importante), cuando terminamos de jugar dejamos encendido un televisor, de esos portátiles pequeños a blanco y negro que había antes. Tras unas horas, mientras jugábamos ya afuera, en el patio, vimos como salía humo del cuarto, el haber dejado prendido el aparato -y encima de la cama- había provocado un incendio... la ropa de mi mamá se quemó, y seguro fue por estas fechas porque recuerdo que mi vestidito para el baile del 10 de mayo también se quemó... sé que esta travesura es un poco grave... pero me da risa cuando me acuerdo.
En otra ocasión, junto con dos de mis primas (una 2 años mayor y otra 2 años menor), disfrazamos a mi hermano y a uno de mis primos de niñas, usamos ropa nuestra y maquillaje de mis tías, los dos niños son menores que cualquiera de nosotras tres y en ese entonces todavía no entendían muy bien lo que estaba pasando, fue muy divertido. Incluso mis tías se rieron mucho con los resultados de aquella travesura.
Ya para terminar les contaré una última travesura, esta ya más reciente. Hace tiempo, en casa de un chico con en que solía salir... escondí muchos papelitos con recados, la intención es que conforme pasara el tiempo él los fuera encontrando. Yo sabía que él y yo ya no estaríamos juntos más así que me resultaba divertido imaginar que un día, 2 o 3 años después, descubriera que había una nota mía debajo del cojín negro que había en el baúl de su vestidor. Era como hacerlo recordarme y sonreir conmigo y con mis travesuras (todas las notas eran de risa).
Bueno ya! ahora van ustedes, cuentenme alguna de sus travesuras de niños... o de adultos (a veces esas son más divertidas).